Armas de destrucción matemática
13/01/2021
Compartimos el taller completo titulado “El mercado de la atención” que brindó Diego Ventura, el 19 de noviembre de 2021, dentro del marco de la iniciativa MLADI. El tema del taller fue cómo funciona la publicidad online.
Actualmente existe un mercado digital donde el producto que se compra y se ofrece es la atención de los usuarios. Este mercado esta dominado por un duopolio de medios, Facebook y Google, que actúan como superagregadores de la demanda. En este mercado se emplean estrategias, tácticas y miles de herramientas dedicadas a espiarnos mejor y a optimizar la conversión.
Siempre que usemos tecnología gratis debemos preguntarnos quién es el cliente de este negocio y por qué nos están ofreciendo este producto de forma gratuita. Si el negocio detrás de este producto es hacer publicidad, como por ejemplo lo hacen las redes sociales, los buscadores o diarios, este producto es gratis porque lo que en realidad están vendiendo es a nosotros mismos. Su principal objetivo es mantener nuestra atención, porque cuanto más tiempo pasemos utilizando sus productos más publicidad pueden vender.
¿Cómo combatimos este escenario?
• Pagando por los productos que queremos que existan, de no ser así los creadores de ese producto tendrán que recurrir a la venta de publicidad para poder ofreciendo el servicio.
• Introduciendo aleatoriedad a nuestro consumo digital. Ventura nos recomienda “buscar cualquier cosa, leer cosas que no leeríamos habitualmente, ver perfiles de gente que no veríamos, para así confundir a los algoritmos que se especializan en entender señales claras”.
• Introduciendo diversidad a nuestro consumo digital. En este caso lo que Ventura propone es consumir contrapuntos o contenidos que no queremos o con los que no estamos de acuerdo.
• Curando lo que consumimos. Cada vez que consumimos algo digitalmente, reforzamos la idea que el algoritmo tiene de nosotros, por ende seguirá presentándonos el mismo contenido una y otra vez, filtrándonos así la realidad. Es por eso que debemos consumir con intención, porque sólo así volveremos a ser dueños de nuestras decisiones y opiniones.